sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo 3



              Me sentía alagada.Aun mantengo mis encantos.Sigo atrayendo a los chicos.
          La verdad es que Rachel tenia razón,el chico era bastante guapo aunque no
          creo que él se haya fijado en mi.En este momento mi prioridad no es encontrar
          un chico sino encontrar la cura.De no haber sido por Kilian,ya le habría pedido
          su número,ahora estaríamos en una cita en el parque de atracciones o cosas
          parecidas.Cada vez que pienso en como me engaño me cabreo porque me doy
          cuenta de lo estúpida e imbécil que fui al creer en su palabra.Me siento humillada,
          triste y hundida. Conocí a Kilian hace un año.Iba conmigo a clases de judo. Era un
          chico tímido,no hablaba con nadie.Tenia el pelo corto,y unos ojos negros como la
          noche. Parecía el típico niño que estudiaba y que sacaba buenas notas al que todos
          odiaban.Me dio pena que siempre estuviese solo así que me hice su amiga.Al
          principio fue todo normal pero con el tiempo cambio.Simplemente se volvió loco.
          Dejo de venir a clase,se encerraba en su habitación haciendo experimentos.
          Cuando averigüe lo que estaba haciendo fue cuando me infecto.Estaba  creando
          un virus capaz de matarte sin ser descubierto por los médicos. Había hecho
          experimentos con humanos,los estaba matando solo para encontrar una forma
          de vengarse de aquellos que le habían humillado en el pasado.El lo llamaba la
          droga,ya que se podía ingerir de la misma manera que las drogas reales.
          El virus podía ser esnifado,inyectado y todo sin saber que dentro de un mes te
          morirías.Al decirle que iba a ir a la policía para decirles lo que estaba haciendo,
          se abalanzó sobre mi.Al tener mas fuerza que yo me pudo sujetar para que no me
          fuese.De un golpe en la cabeza me dejó inconsciente.Cuando me desperté estaba
          atada a una silla.Él estaba sentado delante mio sonriendo.
          -Ahora ya no puedes decírselo a la policía.-Dijo mientras me acariciaba la mejilla.
          -Estas loco, iré aunque sea lo ultimo que haga.
          -No lo creo,porque si vas me meterán en prisión.
          -Es lo que te mereces.
          -Ya pero tu morirás si yo no te doy la cura.
          -¿Qué cura?
          -Ahora estas infectada con el virus,eres débil por lo tanto morirás en un mes
            aproximadamente.
          -¡¿Qué?!
          -Ya me has oído, morirás si no te doy la cura pero podría dártela si me haces unos
            pequeños favores.
          -¿Qué favores?
          -Matar a todos estos  cabrones.-Dijo mientras me enseñaba una lista con unos
            veinte nombres.
          -No voy a matar a nadie.
          -Karen cariño, piénsalo bien soy tu única salvación.
          -Prefiero morir a ser como tu.Ademas porque no les haces ingerir a ellos el virus.
          -Es mas divertido si lo haces tu.-Dijo mientras se acerco a mi para desatarme.-Puedes
           irte pero si cambias de opinión ya sabes donde estoy.Recuerda el tiempo pasa, tic tac,
           tic tac.Solo te quedan treinta días de vida.
          Me quede atónita por lo que había escuchado. Quería convertirme en una asesina.
          Han pasado diez días desde que me infecto y aun no se que hacer,si hacer lo que el
          me pide o intentar robarle la cura.

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