jueves, 9 de mayo de 2013
Capítulo 2
Rachel cambio cuando murieron nuestros padres.Ahora siempre atiende mis
necesidades sin poner quejas algo que hacia mucho cuando eramos más pequeñas.
Eramos estudiantes ejemplares.Se graduó en crimino logia el mismo día que
nuestros padres desaparecieron de nuestras vidas.No somos ricas pero tampoco
pobres.Formamos parte del montón aunque como a cualquier persona siempre
nos gustó vivir a lo grande. Dentro de dos días sera el cumpleaños de Rachel.
Me gustaría celebrarlo igual que lo hacíamos cuando estábamos todos juntos.
No le he comprado un regalo como se suele hacer pero la sorpresa le agradara.
Quiero volver a ver una sonrisa en su cara,quiero que vuelva a ser feliz,no quiero
que se culpe por lo que esta pasando,y si me pasa algo quiero que siga con su vida
igual que ahora porque nunca la abandonare,siempre estaré con ella.Yo me habría
vuelto loca si estuviera en su lugar pero gracias a dios ella es capaz de controlar
su ira.Ella es todo lo contrario a mi.Piensa antes de actuar,y aunque me duela
reconocerlo eso es algo que yo no hago.Yo me lanzo hacia el peligro. Lo que
tenga que pasar pasara y punto.No me importa morir por ella y se que ella lo
daría todo por mi.Se que esta preparando un plan para ir a por Kilian.
Creo que no se da cuenta que esta jugando con fuego y podría salir herida.Si
le llega a pasar algo por mi culpa,yo me hundo completamente,ya que ella es
lo único que me queda.
-¿Vas a entrenar?
-Si.¿Quieres venir?-Preguntó Rachel.-Hay muchos chicos guapos.Seguro que
alguno se fijara en ti.
-No,gracias.-Le dije sonriendo-Te los dejo todos a ti.Seguro que los tienes
a todos locos por tus huesos.No quiero robarte a ninguno.
-Vamos,sera divertido.
-Esta bien.Deja que me cambie.
-Date prisa,no quiero llegar tarde.
Me quite el pijama y me puse unos pantalones de chándal y una camiseta.Por
encima me puse una sudadera oscura con una capucha.Era primavera pero seguía
haciendo un poco de frio. Cogí el móvil y los cascos y nos fuimos.
-Haberte puesto algo mas sexy.-Dijo mi hermana al verme bajar por las escaleras.-
Así no se fijaran en ti.
-No quiero que se fijen en mi.
-Esta bien.Vamos llegaremos tarde.
El gimnasio no estaba lejos de nuestra casa.Llegamos en diez minutos.
No parecía un establecimiento grande,pero era enorme.Mi hermana abrió la puerta
y entro.
-¿A qué esperas?-Me preguntó.
-A que entres tu primero.
No había mucha gente. Había dos chicos haciendo pesas en el fondo.Otro le daba
golpes a un saco de boxeo en un lateral y una chica en las bicis.
-¿Dónde sueles jugar tu?-Le pregunté a Rachel con voz de burla y riéndome.
-Muy graciosa.-Dijo frunciendo los labios-En las bicis.¿Dónde vas a jugar tu?
-Creo que probare en la cinta de correr.
-Buena elección.
-Gracias.
Rachel fue hacia las bicis,yo cogí los cascos,los conecte al móvil,y me dirigí hacia
la cinta de correr. Comencé con un ritmo lento,casi andando pero fui aumentando
la velocidad con el ritmo de la música que estaba escuchando.Al acabar la primera
canción iba a ocho kilómetros por hora.Fueron pasando varias canciones,y en poco
tiempo se lleno el gimnasio.Cuando pare para un descanso lo vi.Era increíble,no parecía
real.Era demasiado perfecto para ser real.Era alto,moreno y de ojos verdes.Tenia
unos buenos bíceps,y la tableta de los abdominales se le marcaba debido a la camiseta
sudada.No se dio cuenta que yo le estaba mirando,y me alegro de ello. Después de
beber agua volví a subirme a la cinta. Comencé otra vez con un ritmo lento,y fui
aumentando, hasta ir a la misma velocidad que él.Diez minutos después,Rachel se
acercó para decirme que ya habíamos terminado por hoy.
-Bueno y,¿qué tal?-preguntó Rachel
-Bien.
-¿Solo bien?
-Si
-Ese chico era muy mono.-Dijo Rachel mientras me cogía del brazo-¿Has hablado
con él?
-¿Qué chico?-Pregunte yo confundida
-El que estaba corriendo a tu lado.
-Solo estaba corriendo.
-Pues no te ha quitado el ojo de encima.
-¿Qué?
-Me has oído perfectamente Karen. Creo que has ligado.
-¿Que yo qué?
-Karen ha ligado,Karen ha ligado,Karen ha ligado.
-Que infantil eres algunas veces Rachel.
-Pero tengo razón.
-Déjalo ya.-Le dije mientras me adelanté para llegar a casa antes que ella.
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